SALSBURG: NUEVOS HORIZONTES

 

WHERE: Plombergstein, Österreich.

WHO: Manuel, Andy, Peter, Maria and Bi Zaes.

CRAGSECTOR:  Untere Westwand

PHOTOS: Andy, Manito Bi Zaes.

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Tengo sequía de besos y de noche, delante de mí parece que se abracen y la sensación es como de algo lejano y desconocido ¿te puedes olvidar de los besos y los abrazos?
El amor es un abrigo para el dolor.. P.B.: Descalza en la tundra.
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Salburg y sus praderas verdes, los lagos de agua congelada, el infinito montañoso…
Nuevo paisaje, nuevas sensaciones, nuevas emociones... una nueva experiencia pero rodeada de la misma gente... de los mismos amigos...

 
Este fin de semana viajé hacia el norte de Austria para asistir a la boda de Susie y Hiasi, un acontecimiento que se desarrolló bello y emocionante (de emoción, sabes??).
El viernes nos plantamos con Vicky a casa de Anna, noche de chicas (cual tuviera de nuevo 15 anos... mi pre-adolescencia robada, vivida a los 26... me encanta, nunca hubiera dicho que “las fiestas pijama” son tan ihumanamente divertidas!), paseo al lago, vino en la hierba bajo luna mordida, pies en el agua, risas ahogadas por la timidez de unos recién hechos 20 anos inexpertos, cosquillas en la cama, semidesnudez provocativa y bostezos de agotamiento feliz...

 Vicky pintándome las unas...de rosa..rosa.

Y un inicio de sábado más que precoz: mi primera pintada de unas (pies y manos) color rosa rosa (ni maduixa, ni cirera madura, ni pruna roja... rosa rosa...), mi primera “perfilación” de cejas (sí... las llevo naturales como la vida misma, y contenta de no tener que pasar por ese dolor inhumano cada día!! Dios!! cuánto duele!!!), planchado de cabello, retoque de maquillaje.. dándome cuenta que no soy nada princesa, que me he perdido un montón de mimos personales todos estos últimos anos de “mujer”... Vicky, stop!!! No more in mine aungenbraue!!! tut weh!!!



 Anna Maria, Bi, Anna, Cristina y Vicky

Requete bonitas y más que princesas asistimos a la boda rodeadas de todos los demás amigos.. nuevas experiencias y otras formas de vivir “el casamiento”... pero como es habitual en mi, más que lloreras emotivas... no sé asistir a una que no me ponga en el lugar de la novia.. una pelotita interior mixt de felicidad y tristeza siempre se apodera de mi... esta vez, pero, se hizo grande... Susie tiene 23 anitos... escuchando las plegarias (en alemán...tu dirás... ni idea de lo que decían..) me imaginé en su lugar... viví su momento... y entendí el gran paso que estaba dando... casarse.. el matrimonio... atarse a una persona, jurar amor hasta que la muerte os separe... no es inhumano de profundo?? de fuerte?? No es una decisión más que inhumana??? Casi no puedo imaginar todas las consecuencias del “sí”... es para siempre.... !!!
Una vez más... acojonada ante tanta muestra de valor (y más teniendo 23 anitos).. seré yo capaz de tomar algún día una decisión equiparable?? Para toda la vida... como si encontrar a la persona y decidir compartir tu vida con ella, significase perder parte de tu libertad en vez de multiplicarla...
Lloré, lloré mucho este sábado.. estaba contenta, estaba rodeada de personas brutales, fuertes y valientes, estaba triste, estaba danzarina y comilona, estaba feliz.. pero sobretodo me sentía sola conmigo misma...


La anécdota de la fiesta fue la borrachera del “conductor” del carro de caballos alquilado para dar paseítos entre los lagos durante la fiesta... madre mía cuánto nos reímos con ese hombre yaciendo en la escalera de piedra, todo desabrochado....

Y después del beso, los bailes sin zapatos, el gusanito global, el vals con Susie y Hiasi (dios... es realmente amor lo que destella en sus ojos... van a ser tan felices juntos...), la signatura en el libro, y los últimos canapés, empezó la fiesta loca.. todas fueron las reinas del baile: Anna Maria y sus contorsionismos imposibles, Vicky y su modesto movimiento de caderas, Juli y su “metro ochenta”, Anna y su pechonalidad sin gravedad.... I-NHU-MA-NO!

Y el domingo de puntillas conseguí salir de la cama sin despertarlas... Me esperaba un día más que inhumano... había quedado para ir a escalar!!!

DIOS DIOS DIOSSS!!!

Bi super contenta y super congelada

Manito y Bi.. parece que lo hago cada finde... qué profesional!

Plombergstein - Untere Westwand era el sitio elegido, y Manuel, Andy, Peter y Maria  la compañía.

 Maria y Peter, dos inhumanos

Andy, esperando que la lluvia menguase

Desde mis inicios en Austria deseaba ir a visitar a los tres mosqueteros con los que empecé mi aventura hampiana (Andy, Stephan y Manuel) mi primer día allí fue también el suyo y compartimos casi todas las aventuras entre aquellas rocas... mi familia en India.. nunca mejor dicho!!
Así que deseosa de volverlos a ver, y también de escalar (cinco semanas, bicho, cinco semanas sin tocar rocaaaa... para volverse locaaaa), empecé el día resacoso más que entusiasmada!

 

El sector era perfecto para días de lluvía como fué el domingo. A cántaros pero nosotros sin inmutarnos... Tenerlos a ellos de guías fue muy bueno, sus zonas, sus linias, sus proyectos... la mejor manera de conocer país! No sabría explicar el montón de buenas sensaciones... verlos de nuevo, escalar de nuevo, atarme el arnés, sentir los brazos a petar, los bíceps sin fuerza... inhumano...de los de verdad... coincidimos relativamente poco en India, y solo hicimos bloque... este fin de semana, estabamos juntos de nuevo, haciendo cuerda como si lo hicieramos cada semana... me sentí tan cómoda... tan bien con ellos... que bien cuando se está bien...

Todos partieron proyectos de la muerte, lucharon como campeones hasta rebentar.. fue espectacular verlos encadenar esas vías inhumanas.... diooossss!!! Qué bien me lo pasé!!!

 Manito in action

Manito flying

La verdad es que me motivó muchísimo esto de las “routes”.. (aix Marieta, mßhe enrecordat molt de tu!!) ganitas de volver a por lo no encadenado, a descubrir nuevas zonas, visitar las que están equipando y sobretodo... echar otras risas con ellos... no quiero que pase tanto tiempo sin verlos!! Bitte...

Así que culminé el fin de semana con los brazos achorizados, las unas pintadas de rosa, el arnés como cinturón y en la mochila el vestido de boda...
De vuelta en el tren no podía dejar de sonreír... qué bien cuando se está bien...

Salsburg capital